sábado, 17 de julio de 2021

¡Campana, y se acabó!

 Nunca me gustaron las despedidas. Siempre preferí marcharme a la francesa, en silencio, aunque fuese por la puerta de atrás. No creo hacerlo por cobardía, sino que así se da menos guerra, entrando y saliendo de la vida de otros de puntillas. “Lo tuyo es huir”, me dijo en una ocasión la persona a quién amé; dolió tal dardo, mas lo achaqué al despecho y frustración que afloran tras una ruptura. Aunque también podría haber tenido razón. Son dos, siempre, los lados de una historia. Yo me limité a contarles el mío.

Nunca me gustaron las despedidas. Si aquella lejana madrugada —ha transcurrido ya tantísimo tiempo— algún familiar, o amigo, hubiera acudido a la estación de autobuses de Logroño para despedirme —Logroño-Madrid-Edimburgo— creo que no lo habría soportado. Sin embargo, ahora no podía largarme sin más, hacer mutis por el foro dejándoles a todos ustedes con un palmo de narices, sin una triste palabra.

Llevo casi nueve años contándoles mis pequeñas aventuras y desventuras, a veces tan sólo llegaron a simples anécdotas. Casi una década peleando con la eterna decisión, qué relatar, qué ocultar, qué imaginar.

Todo comenzó en octubre de 2012. Surgió como a veces surgen estas cosas. Una proposición, un reto, un “y si…”.

Todo empezó en el ciberespacio, ese universo paralelo que nos envuelve, que incluso consigue secuestrar nuestra voluntad, robándonos el alma. Participaba yo en un foro compuesto por expatriados (los emigrantes de toda la vida). Seres, éstos y el aquí presente, de naturaleza ingenua, la cual nos llevó en su día a escapar de nuestra querida, y a veces odiada, España, con la creencia de que allende los mares encontraríamos la fórmula mágica de la Felicidad. Pensando que nuestros problemas y penas quedarían atrás, en aquella fría estación de autobús, de tren, o en aquel otro aeropuerto.

Ilusos, todos.

Escogí “Fargo” como pseudónimo, o mote (nick, en el mundillo internauta). Lo hice como modesto homenaje a una de las mejores películas jamás filmadas. En mis participaciones (comentarios, opiniones, hilos abiertos) solía, en ocasiones, venirme arriba y relataba anécdotas personales, tratando de novelarlas un poco, de darles un toque de barniz, digamos. Historias vividas en mi ya añorada Escocia.

Pronto, estas batallitas fueron bautizadas como “Fargaditas”, y yo mismo así las presentaba: “Os voy a contar otra Fargadita…”. Un buen día, uno de los foreros pata-negra (los veteranos con más solera e índice de participación), me animó a plasmar tales relatos sobre la página virtual de un blog personal, al igual que él mismo hacía. Gracias a él (JoseLondres) nació este humilde rincón de letras.

Han transcurrido casi nueve años, decenas de historietas y otras tantas que quedarán para siempre en el tintero imaginario. Así ha de ser. Recuerden, las mejores historias son aquellas que no se cuentan.

Nunca me gustaron las despedidas. Mas llega un momento en que la vida te pide elegir. Dejar una cosa si deseas alcanzar otra. Al igual que un mono suelta una liana para asirse a la siguiente. Tengo 51 tacos, he topado con dicho instante, casi he chocado con él. Debo soltar la nostálgica cuerda escocesa y agarrarme a otra.

Unas semanas atrás, me levanté de una pesada siesta, la víspera había recibido la famosa segunda dosis de la Pfeiffer. Malestar, dolor de cabeza, confusión, charquito de baba en la almohada. Una de esas cabezadas cortas en el tiempo pero sólidas, de verano, sobre la colcha, y mantita fina cubriendo el estómago. Algo me había despertado. Un ruido, dentro de mi cabeza.

Me levanté y comencé a teclear en el ordenador.

Continúo con ello. Trato de componer frases que sean algo más que ‘sujeto, verbo y predicado’. Incluso seguí con dicha labor a mano (rellenando fichas físicas, trazando esquemas, escuchando a personajes) durante unos días de asueto que pasé en Cantabria. Donde, por cierto, sucedió algo que me recordó que el tiempo se nos acaba. Que hoy tecleas y mañana te lloran. Tomé un baño en el día erróneo, nadé un poco, manteniéndome muy cerca de la orilla —siempre pequé más por precavido que por osado— pero me cansé bastante. La mar traviesa reía. Estaba yo solo, en las olas. Los surfistas lejísimos en otra zona. Garras invisibles tiraban de mí, hacia mar adentro. La arena desaparecía, como por ensalmo, absorbida por una gigantesca aspiradora bajo las puntas de mis pies. Me sentí Pedro Picapiedra, pedaleando en el aire. No avanzaba. Mi braceo era de broma, una caricatura. Olas que por la espalda cubrían mi cabeza. Confusión; nervios; incredulidad —“esto no me está pasando a mí”—; impotencia…; miedo. Sin bandera. Sin socorrista… Casi no salgo. Pensé que allí acababa todo, en soledad, lejos de casa y con gusto a sal marina; mis notas manuscritas encima del escritorio, perdidas en un cuartucho de hostal. Y, para colmo, sin haber finalizado “Tomás Nevinson”, de Javier Marías.

Confirmado, debo saltar a la siguiente rama.

Junto letras. No me engaño. Soy un aficionado que juega a ser otro. Esta vez, pura ficción, la cual suele ser más real que la vida misma. Llena de experiencias, sentimientos, miedos, risas y sueños. Un proyecto personal que es un barquito de papel. Tal vez llegue a buen puerto, quizás quede flotando en mar abierto: un taco de folios manchados de tinta en el fondo de un cajón. Pero me apetece completar algo que nunca me atreví.

Ha sido un honor, un placer, tener a todos ustedes como fieles lectores. Pocos, mas leales.

Les animo a continuar leyendo, continuar existiendo:

1.      El blog de JoseLondres.  Merece mucho la pena leerlo TODO desde el principio.

2.      Otros libros de “mi amiga” Louisa Waugh:

-          Selling Olga”.

-          Meet me in Gaza”.

-          Y su web-blog: The Waugh Zone.

3.      Una recomendación personal:

Ian Rankin. Comiencen la saga de John Rebus con “Knots and Crosses” y disfruten; tienen 22 títulos más por delante, a cual mejor. Escocia en estado puro, Edimburgo en particular; (mejor en inglés).

4.      Si prefieren una Edimburgo desde un punto de vista más brutal, en un tono más crudo, irreverente, salvaje, incluso soez, con mucho Scottish slang asómense al abismo creado por Irvine Welsh; (mejor en idioma original).

 Por último, y desde el minuto uno, mi agradecimiento por su lectura, por comentar, por los ánimos, por su presencia.

(Un gracias, especial, a ese puñado de incondicionales. Vosotros sabéis quiénes sois).

 Cuídense, y espero que no se me hayan dormido. Al no poder quitarme el sombrero a modo de respeto, en su lugar, deshago la máscara de “Jorge Ariz”.

 Hasta otra,

 Jaime Ruiz Mazo

 P.D.: ¡Visiten Escocia!

 That´s all folks!

 

 

19 comentarios:

  1. Todo son etapas en la vida. Lo que empieza acaba, y bien está.

    Has estado 9 años de tu vida regalándonos historias entrañables, a lectores desconocidos la mayoría. Los primeros años del blog me transportaban a aquella época de emigrante llena de nostalgia, y me reconfortaba leer tus aventuras que me eran tan familiares.

    Relatos vividos o no, me han hecho reir a carcajadas, arrancado lagrimillas y alguno hay que me puso los pelos de punta.

    A veces hay que soltar amarre y seguir andando, hacia adelante siempre.

    Gracias Jaime Ruiz!

    Eva

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  2. Hola Eva,
    Esa era la intención. Provocar buenos ratos, risas, alguna lagrimilla suelta y un par se sustitos aislados. En fin, entretener, compartir mi nostalgia, desahogarme y practicar esto de expresar y mostrar a golpe de tecla.

    Muchas gracias por tus palabras y por estar ahí de principio a fin.

    Jaime

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  3. Y ahora??? Seguro que ya tienes en mente alguna otra cosa… ya me contarás!
    Un besazo, Carlota. ☺️

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  5. Si esto se acaba para emprender un nuevo proyecto... Me alegro un montón, Fargo. Has escrito y compartido co tus lectores y eso es la mejor recompensa. Abrazo y mantennos informados!

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  7. Jo, qué sorpresa tan desagradable 😞
    Pero bueno, que si es por algo que ahora mismo te llena más me alegro, y espero poder leerlo en un futuro.
    Me queda el consuelo de haber coincidido contigo y haber disfrutado de tus fargaditas.
    Muchas gracias por todo Jaime.

    Besos.

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  8. Vaya: lamento escuchar que vayas a parar... Otra voz que se apaga en la blogosfera...

    Al final nos quedaremos los cuatro gatos despistados, contándole nuestras batallitas al viento digital, en la soledad que un teclado y una pantalla pueden ofrecer.

    Suerte con tu siguiente proyecto: "Another one bites the dust!" :-((

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  10. Jaime, suerte con tu nuevo proyecto y que lo disfrutes.

    A lo mejor retomas este en un tiempo, por qué no. Bueno, como sea está bien :)

    Gracias por lo compartido y un abrazo,

    viki

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    1. ¿Aceptas voluntarias como lector cero? Porque si es que sí, me ofrezco 😅

      Besos.

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  12. Hola, parece que estoy teniendo problemas para enviar mis email, me han dicho que algunos llegan tarde y otros ni llegan.. te volví a mandar mi último email de octubre, ya me dirás si lo recibe. Espero que te vaya bien. Un abrazo, Silvia

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  13. Por cierto, algo que también ha bajado la persiana recientemente.. un Foro de spaniardos que solíamos visitar. Qué lastimica.
    Alguien por ahí?
    "Orxatis"

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  14. Gracias por la información, Orxatis. Como ya sabes hace un tiempo ya que dejé dicho foro. Me quedo con las risas, los chats absurdos de madrugada, las quedadas donde conocí a gente maravillosa, y por supuesto la semillita de la cual brotó luego este pequeño rincón donde conté mis andanzas y ensoñaciones escocesas.
    Desde aquí un "¡gracias Eneko, contigo empezó todo! Proud to be a Spaniard!"

    Fargo

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